Las orquídeas son parte del jardín desde que mi madre empezó a coleccionarlas.
Y las orquídeas tienen una anécdota escondida entre sus raíces, una anécdota de cuando era aún era "inocente"
Las orquídeas, toman su nombre de su significado etimológico latín "orchis" que a su vez viene del griego "ὄρχις" que significa literalmente "testículos".
Y para más colmo, tradicionalmente, las orquídeas significan "lujuria", ya que los griegos las usaban como afrodisíaco en tiempos inmemorables.
Recuerdo que antes de entregarle mi alma a ella, se quedó mirando las orquídeas del jardín, que colindan con mi habitación, como si su conciencia luchara contra el demonio de la lujuria que nos hizo aquello esa tarde-noche.
O tal vez, fue porque tomó fuerzas observándolas... en realidad, yo qué sé qué tenía en su mente esa chica aquella fría y húmeda tardecita de agosto.
Cada vez que veo las orquídeas es para tratar de olvidarle. Y lentamente, es como si su recuerdo es llevado por el viento. Pero el viento es tan suave, y sus recuerdos no son de arena, son de roca sólida.
Qué más deseo yo que borrarla de mi mente, sacarla de ahí, pues está perforándome el cerebro como si de una daga se tratara.
Olvidarle...
¿Enamorarme? ¿Otra vez?
Bien dijo mi estimada prima Leti, con estas palabras que ojalá no olvide, que tengo que sacarla de mi mente, "reemplazándola".
«Ya verás que cuando te enamores de otra, ella se irá de tu mente»
Parece tan fácil, pero me hace preguntar para mis adentros... Sacar un clavo... ¿con otro clavo?
¿Y si me enamoro y juegan otra vez con mis sentimientos? ¿Y si me destruyen otra vez?
Enamorarme, cuanto anhelo enamorarme..!
Pero, ¿y si al mirar a otra veo su rostro?
Enamorarme por completo, entregar todo mi ser, como lo hice con ella, eso sería lo mejor....
Lo sé, va a doler como si me clavaran el clavo (del que hablaba recién) pero en el ojo.
Porque amar duele. Pero, no se supone que deba doler.
Se supone que es algo mágico. Se supone que amar te eleva al cielo...
Veamos que me depara, mientras tanto sigo coleccionando fotos de orquídeas...
Y recordando antiguos poemas que escribí en mi diario personal, encuentro uno que bien podría aplicarse a esta entrada del blog:
Desdeñado
Cómo me duele estar con esta triste soledad,
buscando estoy un final a esta oscuridad,
cómo quisiera salir de este universo,
poder decir cuánto me duele, con este verso,
sentir tu desprecio, amor, tu cruel indiferencia
más ahora, mil veces prefiero tu ausencia!
Aléjate de mi vida, sal ya de mi mente!
¿no ves que tu tormento me volvió un demente?
Tratando de olvidar yo locamente ando
todo ese dolor que me estuviste dando...
Copyright © MMIX - Víctor Emanuel Ortiz - Todos los derechos reservados