10/12/12

El papa nunca quitó el burro y el buey del pesebre

Pongo para quien tenga curiosidad y para saber un poco más qué fue exactamente lo que escribió Benedicto XVI en su libro La Infancia de Jesús algunas ¿pruebas? (extractos del libro) y hasta una foto porque también fui uno de los que miraron con cara WTF! cuando escucharon o leyeron eso por los medios de prensa, blogs, twitter y demás yerbas. Aunque más directo fue el grito, por así decirlo, de Salinas en su blog, al cual me sumo también yo diciendo lo mismo:
¿Quién caraj* dijo que debía retirarse del pesebre al burro y al buey?

¿Qué fue lo que pasó? Querían llamar la atención con el título y se fueron al extremo:
los títulos tienen el fin de “atraer al lector al tiempo que sintetizar la información”. Los títulos que acabamos de ver, aunque cumplen con el objetivo de captar al lector, en lugar de sintetizar la información, la distorsionan maliciosamente

No es la primera vez que ocurre, tal es el caso de un diario capitalino que puso en su tapa "de un sýky el papa elimina el purgatorio" (diario Popular de principios del 2011) siendo que jamás dijo tal cosa (resumiendo mal podría decirse que lo que dijo fue que es espiritual y no físico, como el cielo y el infierno tampoco lo son, refutando lo que afirmaban algunos teólogos perdidos por ahí)
Y así se pueden citar muchos otros casos...

Extracto del libro sobre el pesebre, el burro y el buey:

«El pesebre hace pensar en los animales, pues es allí donde comen. En el Evangelio no se habla en este caso de animales. Pero la meditación guiada por la fe, leyendo el Antiguo y el Nuevo Testamento relacionados entre sí, ha colmado muy pronto esta laguna remitiéndose a Isaías 1,3: “El buey conoce a su amo, y el asno el pesebre de su dueño; Israel no me conoce, mi pueblo no comprende”.

Peter Sthurlmacher hace notar que probablemente también tuvo un cierto influjo la versión griega de Habacuc 3,2: “En medio de dos seres vivientes… serás conocido; cuando haya llegado el tiempo aparecerás’. Con los dos seres vivientes se da a entender claramente a los dos querubines sobre la cubierta del Arca de la Alianza que, según el Éxodo, indican y esconden a la vez la misteriosa presencia de Dios. Así, el pesebre sería de algún modo el Arca de la Alianza en la que Dios, misteriosamente custodiado, está entre los hombres, y ante la cual ha llegado la hora del conocimiento de Dios para ‘el buey y el asno’, para la humanidad compuesta por judíos y gentiles.

En la singular conexión entre Isaías, Habacuc, Éxodo y el pesebre, aparecen por tanto los dos animales como la representación de la humanidad, de por sí desprovista de entendimiento, pero que ante el Niño, ante la humilde aparición de Dios en el establo, llega al conocimiento y, en la pobreza de este nacimiento, recibe la epifanía, que ahora enseña a todos a ver. La iconografía cristiana ha captado ya muy pronto este motivo. Ninguna representación del nacimiento renunciará al buey y al asno.»
(Joseph Ratzinger·Benedicto XVI, Jesús de Nazaret. La infancia de Jesús. Barcelona 2012, Planeta. Página -76-78).


Otros extractos del libro:
Algunos pasajes del nuevo libro del Papa sobre la infancia de Jesús (o una respuesta a la banalización mediática)

Así que ya saben, si quitaron el burrito, la vaquita que deben ir junto a la ovejita y el picaflor (?) o no los pusieron al pesebre, pues, ¡a ponerlos se ha dicho! :D
Vídeo: Navidad del Paraguay
Letra: Mercedes Jané
Música: Esteban Morábito
Intérprete: Los Tres Sudamericanos