26/11/11

Donando Sangre (cuento)

 Hace muchos años, cuando trabajaba como voluntario en un hospital de Stanford conocí a una niñita llamada Liz, quien sufría de una extraña enfermedad. Su única oportunidad de recuperarse aparentemente era una transfusión de sangre de su hermano de 5 años, quien había sobrevivido milagrosamente a la misma enfermedad y había desarrollado lo anticuerpos necesarios para combatirla.

 El doctor explicó la situación al hermano de la niña, y le preguntó si estaba dispuesto a dar su sangre a su hermana. Yo lo vi dudar por sólo un momento antes de tomar un gran suspiro y decir: -sí, lo haré, si eso salva a Liz.

 Mientras la transfusión continuaba, él estaba acostado en una cama al lado de la de su hermana, y sonriente mientras nosotros lo asistíamos a él y a su hermana, viendo retomar el color a las mejillas de la niña. Entonces la cara del niño se puso pálida y su sonrisa desapareció. Miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa: -¿a qué hora empezaré a morirme? Siendo sólo un niño no había comprendido al doctor: él pensaba que le daría toda su sangre a su hermana y que él se quedaría sin sangre para vivir.

 Y aún así se la daba.
 Da todo por quien amas,
la actitud, después de todo, es todo.
Autor: Desconocido
Foto: Mauro Fermariello