Hoy hace frío, mucho frío... ¿cero grados dicen? Pero acá se siente más frío que en otros lados, por estar en una zona "privilegiada" (?) para el efecto
Y tanto frío me hizo recordar un poema que escribí allá por el año dos mil dos titulado justamente así: Frío.
Escondrijo de soledad frío y taciturno,
taciturno como extraño silencio nocturno.
La llama de la vida, congelándose despacio,
en su agonía, perdiéndose en el espacio.
La llama de ilusión también se ha congelado
al morir contemplando su mirar cruel y helado.
Como hielo, mi corazón tras su seco saludo
se rompió en pedazos con un sonido agudo
Claro, yo era joven y me acababan de romper el corazón pero igual quedó ahí ese poema en mi diario personal, junto con muchos otros, algunos más originales, otros ni tanto, pero igual, escribía, ésa era mi catarsis, y ahora la traslado a este blog.