08/07/11

Soledad

Suelo decir que se trata de eso, de sentir. Pero hay veces que no quiero sentir, no quiero sentir ese vacío, sentir la soledad. Soledad que ahoga el alma, soledad que carcome hasta los huesos. Y lo más triste es que al parecer tendré que ir acostumbrándome a esta soledad, soledad que me ha acompañado desde que tengo memoria, pues soy tan tímido que no soy capaz siquiera de levantar el teléfono y preguntar cómo está aquella chica que me dio tantas alegrías -antes del final del año que se fue hace media docena de meses- y que pensó que la había olvidado, siendo que en realidad no he pasado un día sin poder sacarla de mi memoria.

Soledad, aqui estan mis credenciales,
vengo llamando a tu puerta desde hace un tiempo,
creo que pasaremos juntos temporales,
propongo que tú y yo nos vayamos conociendo.

Aquí estoy, te traigo mis cicatrices,
palabras sobre papel pentagramado,
no te fijes mucho en lo que dicen,
me encontrarás en cada cosa que he callado.

Ya pasó, ya he dejado que se empañe
la ilusión de que vivir es indoloro.
Que raro que seas tú quien me acompañe, soledad,
a mi, que nunca supe bien cómo estar solo.

Soledad - Jorge Drexler