14/08/09

Frases sueltas rejuntadas

Confusión... De vuelta la conmoción de una inmensa confusión

Abiertas heridas. Dolor.

Sinuosa lágrima de sangre.

Surcando el espacio se evapora al llegar a los labios, espejos rotos de agonía sin fin.

Confusión... Otra vez atosigándome, cazándome, arrancándome de la mente sólo heridas y tinieblas, oscuridad total.

Abismo... un abismo total y completo, profundo e insondable, agoniza el corazón en el abismo.

Dolor.. No más dolor...

¿Por qué? Porque el dolor es como intentar respirar en el vacío, te ahoga, me ahoga, ya ni un aliento queda. Sólo la muerte.

Silencio. No hay silencio ahora. Tal vez sí de las voces en mi mente pero afuera los murmullos infernales, el hastío que se siente también en los oídos.

¿Hastío? Sí, hastío, py'ajeré en el alma, sentimiento oscuro, triste...

Melancolía... Veo a las chicas, hermosas, radiantes, fulgurando a mi alrededor. Inalcanzables.

Tristeza... sólo siento tristeza profunda, melancolía casi sempiterna al verlas, mirarlas, observarlas.

Miradas... Miradas oscuras surgen de la nada por sobre los hombros, miradas disumuladas acabadas en el vacío inmenso.

Vacío, más que vacío, más dolor, sólo sé que estoy solo...

Soledad... desde antes de nacer... Soledad que no se aleja, no me deja... ¿solo?

¡Que estupidez! De nuevo caigo en la trampa de mis propias palabras, inertes, sin sentido... verdaderamente un sinsentido... ¿Cómo pedir a la soledad que me deje solo? ¿Es eso posible?