Desdeñado
Me ahogo en mi horrenda melancolía,tratando de olvidar esos lúgubres recuerdos,
tratando de olvidar la terrible agonía
de lágrimas nocturnas por todo su desprecio.
Qué alegría si pudiera sentir su presencia
si pudiera contemplar de nuevo esos sus ojos
se llenaría mi espíritu de grandes gozos,
pero muero por dentro por su cruel maledicencia.
Es una maldición vivir si nunca me amará;
pues este amor, lo juro, por siempre perdurará.
Copyright © - Victor Emanuel Ortiz
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