Llegó el calor, llegó la primavera (casi) y yo sigo aplanado, sin sentimientos, como un zombi... La razón: pastillas, esas que las receta la psiquiatra.
Si bien es cierto que las pastillas antidepresivas se llevan mis tristezas, mis angustias, mis recuerdos dolorosos, también se llevan todos los otros sentimientos, entre ellos la alegría. Estoy anímicamente y afectivamente neutro... y ese no soy yo...
Ya no más pastillas, no más gotas, no más... siento el vacío, siento la nada... Eso no es sentir, no da gusto estar así....
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