14/07/09

Tercer planeta: Manual del usuario

El planeta Tierra, tercero en distancia al Sol, se ha entregado completamente armado y en perfectas condiciones. Debe operar en forma totalmente automática y sin dificultades; sin embargo, para asegurar su funcionamiento adecuado, se ruega a todos los pasajeros estudiar bien las instrucciones que se dan a continuación. La pérdida y aún el extravío temporal de este manual puede originar una catástrofe. Los pasajeros que se olviden de aplicar estas normas probablemente causarán enromes daños antes de aprender por sí mismos cuáles son los procedimientos de operación apropiados.
  • COMPONENTES
Se recomienda a los pasajeros de la nave Tierra conocer perfectamente los siguientes componentes planetarios

1 • Aire:
El aire de este planeta es irremplazable. Se ha suministrado en cantidad suficiente para cubrir la tierra y el agua, aunque no a gran profundidad. En efecto, si la atmósfera se redujera a la densidad del agua, apenas tendría un espesor de 10 metros. Cuando se usa en forma normal, el aire se limpia automáticamente y puede purificarse en parte cuando se ensucia demasiado. A esto ayudan los pulmones de los pasajeros… hasta cierto punto. Sin embargo, los que viajen en la nave descubrirán que cualquier cosa que arrojen o lancen al aire volverá a ellos más tarde o más temprano; y como les es preciso aspirar aire cada cinco minutos por término media, deben tratarlo con las debidas precauciones.

2 • Agua:
El agua que se suministra a este planeta va en cantidad muy limitada; si la Tierra fuera del tamaño de un huevo, toda el agua que contiene cabría en una sola gota. En este líquido viven muchísimas criaturas, casi todas comestibles. Pero si se dispersan en él sustancias nocivas, debe tenerse mucho cuidado, pues las criaturas acuáticas concentran en sus tejidos tales sustancias dañinas; por lo tanto, si los pasajeros comen las criaturas que habitan en el agua, añadirán esos tóxicos a su régimen alimentario. En general, se recomienda a los pasajeros no tratar el agua con negligencia, ya que en realidad constituye la mayor parte de su organismo.

3 • Tierra:
Aunque la superficie de este planeta es variada y parece abundante, sólo una porción pequeña de la tierra es cultivable, y esta parte esencial no debe maltratarse. También se recomienda a los pasajeros de esta nave que no intenten desarmar la superficie a mucha profundidad, pues el suelo de la Tierra se sostiene sobre una capa inferior derretida y muy caliente, en la cual no se da nada, excepto volcanes.

4 • Vida:
Los tres componentes citados hacen posible la existencia. Cada pasajero dispone de una sola vida, y debe tratarla con dignidad. Se han suministrado cuidadosas instrucciones acerca del nacimiento, la operación, el mantenimiento y la disposición de cada ser viviente, contenidas en un complejo lenguaje genético, llamado código ADN, de difícil compresión. Sin embargo, ello no importa mucho, si tenemos en cuenta que esas instrucciones son completamente automáticas.
Con todo, hay que advertir a los pasajeros que la radiación y muchas sustancias químicas peligrosas pueden causar daños graves a tal código. Si en esta forma se destruyen las especies vivas o si quedan incapacitadas para reproducirse, los pedidos de reemplazo que se reciban sufrirán grandes demoras.

5 • Fuego:
Este planeta se ha diseñado y se ha probado cabalmente en la fábrica par que su operación sea segura con combustible trasmitido constantemente desde una fuente lejana, el Sol, absolutamente sin costo alguno. Lo siguiente debe observarse con el mayor cuidado: El planeta viene con una reserva limitada de combustible, en depósitos fósiles. La utilización de este combustible entraña algunos peligros, entre otros la liberación de ciertas materias tóxicas que es preciso apartar del aire y del abastecimiento de víveres para los seres vivientes. El riesgo no será apreciable si la reserva de combustible se hace durar toda la vida funcional del planeta Tierra. Por el contrario, su uso rápido aun cuando sea durante un período corto, puede tener resultados nefastos.

  • MANTENIMIENTO
Las técnicas de mantenimiento dependerán del número y de la composición de los pasajeros. Si éstos viajan en números moderados, no se necesitará ningún mantenimiento, ni habrá que reservar lugares. El mantenimiento del planeta es automático y la fuente exterior de combustible suministrará exactamente la cantidad de energía que se necesite o que pueda utilizarse sin peligro. Pero, en cambio, si un gran número de personas insiste en subir a bordo al mismo tiempo, se presentarán graves trastornos que impondrán la adopción de soluciones costosas.

  • REPARACIONES DE URGENCIA
En caso de que, sin responsabilidad de los actuales pasajeros, se hayan causado daños al mecanismo de operación del planeta por ignorancia o descuido de viajeros anteriores, conviene solicitar ayuda al Fabricante, y el mejor medio para obtenerla es la oración.

Original por David Brower
Condensado del suplemento dominical del "Times" de Nueva York (16-III-1975) © 1975